10 febrero 2010

Paráfrasis

Aroma que impregna...
¿Punto de partida?

04 febrero 2010

- I -

Pruebo.
¿Qué más da al fin y al cabo? Como mucho será una vez fallida más. Y tal vez sirva para sacarme de la cabeza este revoltijo que no se sabe bien de dónde viene. Y menos a dónde va.
Tal vez funcione para tener la sensación de alguna acción y deshacerme de este dejarse estar que me consume los últimos días.
Un cuaderno en la falda, un cigarrillo en la boca y un micro hacia el sur. Ese es el recuerdo más consumado de escritura febril que tengo en la cabeza. Tal vez también es ese el año y haya alguna razón asociada que se me escapa ahora, cuando recapitulo. Más allá de cierta disciplina real que, de hecho, existía.
Escribía para ellos, es cierto. Muy fuertemente para ellos. Pero no había tampoco ninguna duda de que escribía para mí.
¿Qué fue entonces? ¿Un tema de adultez? ¿Algo así como "a los 20 no se puede ser la de los 17 (ni hablar de a los 30, ni mencionar los 37...)? ¿Un tema de falta de pasión? ¿Simplemente la certeza de que no era eso?
Vuelvo a verlos a ellos, veinte años después, y ninguno tiene dudas de que ese era mi camino obligado.
Y está también el deseo. Esta cosa que me taladra la mente tan despiadadamente. Este entre "no podés" y "ni siquiera te da el cuero para hacer el intento".
Ahora que releo, qué mal habla esto de mí. Y con cuánta razón, además.
Pero lo que me pasa ahora -y estoy segura de que no me pasaba entonces- es que me falta amor. Amor por ellos, como para inventarlos, como para sostenerlos, como para ser propietaria de sus vidas al punto de que me importen como la mía. Ya no consigo eso. Ni siquiera es que falte la historia. En este punto creo que ni siquiera la necesito.
Pero lo otro sí. Y no lo encuentro. Pruebo, pero no lo encuentro.

03 febrero 2010

Vueltas

¿Y empezar por dónde?
¿Volver a contar Alcantarillas, o al menos una buena parte de ese cuento? Quiero decir, otra vez, sin consagración alguna, sin siquiera esbozos de que -eso que otros hacen tan bien- podría funcionar?
¿Cómo es Ana, no era que lo hacías solo para vos?
Contar situaciones de amor, situaciones de muerte, situaciones plenas de confusión.
¿La muerte de Laura? ¿El accidente de Liliana?
¿O la historia familiar? Y en todo caso, ¿cuál?
Y además... ¿es cuestión de empezar, o más bien de seguir adelante?

02 febrero 2010

Motivos

¿Aburrida? ¿Hastiada? ¿Vieja? ¿Histérica?
¿Cuál es la razón específica por la que yo termino enganchada -hasta este punto, además- con esta historia?
¿Cuál es la coartada que puedo elegir esta vez?
Y convivir con la sensación espantosa de que, en realidad, ninguna de ellas me conforma.