18 junio 2007

Besos y polvos

¿Cuántos besos recordás que te partieron al medio? ¿Cuántos polvos?

Es más o menos así: si besás mal, no hay regreso; si sos malo en la cama... todavía podemos hablar.

Puede sonar absurdo o hasta tal vez una cuestión de género (precisamente yo, a quien esa diferencia propiamente le resbala...)pero la cosa es bastante sencilla. Ves un tipo y lo que te importa es que te bese. Primero que nada. Toda toda toda la tensión está justamente puesta ahí. Y no es que lo demás no sea importante, obvio que sí lo es. Pero incluso después, a la hora de recapitular los hechos, la luz apagada, los ojos cerrados, entonces uno -una- -"esta" en particular- recuerda el beso.

Y entonces, ya que estoy tan cuanti estos días ("a vos que te encanta el positivismo", me diría P.) pienso en cuántos besos me partieron al medio, al punto de seguir deseando más el beso que el polvo.

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