06 julio 2007

Tiempo quieto

Es extraño todo. Está desfasado y a la vez no. Y si lo pienso un día después, 17 años más tarde yo hago de él y él se parece un poco a la que yo solía ser. O sea, él es el reflexivo y yo la irónica.

Es raro también el contexto, y sobre todo ser bienvenida a esa casa, de la que recordaba mejor la terraza que el living...

Hablamos de gente de entonces, de Laura, de Gerardo, de Daniela, de Seb. Y yo digo "ese era un pibe re interesante". El se ríe y yo le cuento la charla sobre "chicas interesantes" del mediodía. Pero se queda repentinamente serio -más serio- y dice: eso te dije yo la primera vez que te besé. Por supuesto que lo recuerdo apenas lo dice. Le digo: eso fue distinto. Nunca antes me había importado tanto un beso. El dice: y a mí nunca me había interesado tanto una mina.

No pasa mucho más. Yo sonrío mucho más que él, él soporta el silencio tanto mejor que yo. Pero si algo es sobrecogedor es la captura de ese momento. Como si siguiera lloviendo sobre Callao, como si él siguiera teniendo el pelo largo y yo rulos. Como si no hubiera ninguna amenaza alrededor.

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